Este índice es el que miran la mayoría de los empresarios e inversores para invertir en un país o no. Decir además que dentro de un mismo país como España la diferencias entre regiones es muy elevada en cuanto a libertad económica estando Andalucia y Extremadura a la cabeza de las regiones menos libres económicamente de España y de Europa.
http://www.civismo.org/files/informes/2013_LIBERTAD-ECONOMICA-EN-ESPANA-2013.pdfEspaña es el país con la 49ª economía más libre del mundo. Al menos eso es lo que se desprende de la última edición del Índice de Libertad Económica (ILE) que cada año publican The Wall Street Journal y la Fundación Heritage. Los 67,2 puntos que nos otorgan los autores del informe nos da para situarnos en el Top 50 de una lista de 177 países o territorios que encabeza Hong Kong y cierra Corea del Norte.
El que quiera ver las cosas por el lado positivo, puede consolarse pensando que ha ganado 4,4 puntos desde que hace veinte años comenzase a realizarse la lista (no todos los países europeos pueden decir lo mismo). Para los pesimistas (o realistas) queda el dato más sorprendente: en los últimos tres años hemos perdido tres puntos en valor absoluto y 18 puestos en el ránking.
Lo ocurrido con España en los últimos años es preocupante más allá del dato concreto.
Ganar o perder unas décimas y subir o bajar unos cuantos puestos puede parecer anecdótico, pero refleja una tendencia inquietante. Nos alejamos de los países que mejor lo hacen y somos superados por nuestros principales competidores. Cuando un inversor extranjero se pregunte en qué país abrir una nueva planta o situar su dinero, tendrá muy en cuenta el nivel impositivo, la protección a los derechos de propiedad, la flexibilidad del mercado de trabajo o las facilidades para crear una empresa. Esto es lo que mide el ILE. Y España, después de dos décadas de mejora casi constante, lleva un lustro en caída libre:
Por delante de Polonia, por detrás de Omán: como ya hemos apuntado, España está en el puesto 49º de la lista de 177 países. No es una situación dramática. Algunos países europeos, como Polonia (50º), Portugal (69º) o Francia (70º), están aún peor. Aunque también es cierto que resulta muy llamativo ver cómo algunos países con economías en vías de desarrollo nos superan: Omán (48º, justo el anterior en la lista), Perú (47º) o Jordania (39º).
¿Los últimos de ‘nuestra’ clase?: quizás pueda pensarse que comparar a España con países asiáticos, africanos o sudamericanos no tiene mucho sentido, dadas las diferencias entre sus economías, riqueza o historia. El problema es que que no sólo estamos a años de los primeros puestos de la clasificación total, sino también de economías de la UE o la zona euro como Irlanda (9º), Dinamarca (10º), Estonia (11º), Reino Unido (14º) u Holanda (15º). De esta manera, en el sub-ranking regional, España está en el puesto 22º. En nuestra clase, sólo tenemos por detrás a países del este de Europa y al resto de los PIGS (Italia, Grecia y Portugal). Bueno, y a Francia, una excepción entre los países más ricos del continente.
Rajoy mantiene el rumbo: este índice se publica siempre a mediados del mes de enero. Normalmente los datos que maneja son del ejercicio anterior o, incluso, de dos años antes. Es decir, para hacer el ILE-2014 se utilizan datos de 2013 y 2012. Por eso, en el ILE-2013 no se podía hacer un análisis completo de la ejecutoria en cuestiones económicas del Gobierno de Mariano Rajoy (hay que tener en cuenta que el PP llegó a La Moncloa en diciembre de 2011, por lo que ocurrió ese año no se le puede imputar).
Pero esa excusa ya no vale. Y España mantiene con Rajoy el mismo rumbo que siguió en los últimos años de Rodríguez Zapatero. Tras llegar a los 70 puntos en 2009 y 2011 (con datos de dos años antes, no lo olvidemos), se ha pasado a una tendencia descendente, hasta los 67,2 de la actualidad. Aunque parezca una cuestión puramente anecdótica, superar esos 70 puntos te lleva la segunda categoría del ILE (la de economías “mayoritariamente libres”); con nuestra puntuación actual, nos quedamos sólo en “moderadamente libres”.
En libertad laboral, en el puesto 129: el ILE se divide en 10 sub-índices, que miden las diferentes aspectos de la realidad económica. España lo hace razonablemente bien (aunque en ningún caso está en el top-ten) en las clasificaciones de derechos de propiedad, corrupción, libertad para hacer negocios, moneda, comercio, inversión y sector financiero. Eso sí, hay que tener en cuenta que la mayoría de cuestiones en estas materias se deciden en Bruselas y el Gobierno central tiene muy poco margen de actuación.
Mientras, nuestra perdición llega en tres categorías que sonarán a cualquiera interesado en la economía española: fiscalidad, gasto público y mercado laboral. Normalmente, las dos primeras penalizan a casi todas las economías europeas, que tienen altos niveles de presión fiscal. Por ejemplo, países muy libres en el resto de epígrafes, como Dinamarca u Holanda, pierden muchos puestos por sus normas tributarias. Pero lo del mercado de trabajo es una característica puramente hispana. Los apenas 52 puntos que sacamos esta categoría reflejan una legislación rígida, intervencionista y muy poco adaptada a las necesidades de las empresas. Es lógico que también seamos el único país occidental (junto a Grecia) con una tasa de paro superior al 25%.
¿Esperanza?: precisamente, en el mercado laboral tenemos una de las pocas noticias esperanzadoras. Desde el año 2010, es la categoría en la que más ha mejorado la economía española, de los 47,3 puntos a los 55,2. Sigue estando lejísimos de los países más dinámicos. Por ejemplo, Dinamarca, paraíso tradicional de la socialdemocracia, está en el quinto puesto de la lista, con 91,2 puntos. Pero al menos permite un mínimo de optimismo. También en “libertad para los negocios” y “monetaria” hay una ligera mejora en los últimos cuatro años.
Si en estos epígrafes anteriores España ha mejorado en los últimos cuatro años, hay cuatro cuestiones en las que empeora claramente. En lo que tiene que ver con la corrupción, pasa de 65 a 62,6 puntos. En libertad fiscal, de 58 a 54 puntos. En gasto gubernamental, el desplome es brutal, de 54,8 a 38,7 puntos. Y en el sector financiero, de 80 a 70 puntos.
http://diegosanchezdelacruz.com/2014/01/15/indice-2014-de-libertad-economica-en-el-mundo/Esto no es política, esto es cultura.